Así lo aseguró este martes a Vanguardia.com la secretaria de Salud de Bucaramanga, Claudia Amaya, quien explicó que luego de aplicar 200 muestras en puestos de venta informales se “estableció que el 70% registraban restos de la bacteria E. Coli, es decir, heces fecales”.
El estudio, que consistió en aplicar muestras micro biológicas en productos que se comercializan en los puestos de venta informal, se realizó en sectores como el Centro, Cabecera y alrededores de la Universidad Industrial de Santander, entre otros.
La funcionaria advirtió que “salta a la vista la falta de cuidado a la hora de manipular estos productos que llegan a los consumidores”. La Secretaria de Salud de Bucaramanga agregó que durante el primer semestre se realizaron visitas a los diferentes puestos de venta de alimentos, para recordarles las normas sanitarias que deben cumplir para su funcionamiento.
“Capacitamos a estas personas sobre la manipulación de alimentos, normas de higiene como el uso de tapabocas, limpieza del lugar en donde se venden los alimentos, higiene en las manos a la hora de preparar la comida, entre otros. No obstante, está claro que muchas de estas recomendaciones no se cumplen”, aseguró la Jefe de la Cartera de Salud de Bucaramanga.
El estudio determinó que en algunos puestos de venta informal no existe una fuente de agua potable que permita tener limpios los elementos que se emplean para la producción de alimentos, no hay superficies de acero inoxidable, sino de madera, lo que hace que se concentren allí bacterias. Además, el lugar en donde se depositan los residuos no tiene una tapa, entre otras irregularidades.
“Les dijimos también que el alimento debía estar al interior de una vitrina porque muchos de ellos están ubicados en vías de alto tráfico, otros no utilizan el tapabocas de manera adecuada y dejan destapada la nariz, no emplean guantes y toman la comida y el dinero con la misma mano”, agregó la Secretaria de Salud de Bucaramanga.
Estos establecimientos fueron cerrados de manera temporal mientras cambian aquellos factores que llevaron a la aplicación de esta medida, ya que muchos de ellos cuentan con carné de manipulación de alimentos.
“Algunos de ellos ya hicieron las pruebas pertinentes y demostraron en anteriores ocasiones que pueden manipular alimentos de manera adecuada, por lo que solo les podemos realizar este cierre de manera temporal para que corrijan lo que aún falta. En caso de que se repita alguna de las situaciones se procederá a cerrar de manera permanente el lugar”, informó Amaya.
Hay que tomar conciencia
La Secretaria de Salud de Bucaramanga hizo un llamado a aquellas personas que compran alimentos en la calle para que sean ellos los principales veedores de las condiciones en que se producen y comercializan los alimentos en estos improvisados establecimientos.
“Las personas deben estar pendientes de las condiciones en que les venden los alimentos. Si se detecta una irregularidad, la persona debe hacer el llamado de atención o simplemente abstenerse se adquirir el producto”, dijo la funcionaria.
Según Amaya, falta conciencia frente al riesgo que corren las personas al adquirir estos alimentos, ya que no se contempla el hecho de que muchos de ellos se fabrican con materias primas vencidas, en mal estado o incluso reutilizado como los aceites.
“En algunos de estos puestos notamos que la grasa en la que se fritaba tenía mal olor, las mesas en donde preparaban la comida estaban sucias, los productos los metían en baldes que no están lavados, entre otras cosas que no deberían ser así”, puntualizó la Secretaria.
Controles a establecimientos públicos
Aunque el estudio fue aplicado únicamente a puestos informales, los controles se ejercen también a aquellos establecimientos comerciales legalmente constituidos que venden comida, en los cuales también se han registrado algunas irregularidades.
Con estos lugares se lleva a cabo un control diferente, ya que en caso de que alguna persona llegue a un centro médico intoxicado por alimentos y se conozca el nombre del lugar que vendió el alimento, se pasará inmediatamente una ficha epidemiológica para iniciar una investigación del establecimiento
tomado de vanguardia liberal